La actividad del emprendedor se complica en tiempos de crisis, cuando los consumidores miden cada euro que gastan y los salarios caen y muchas personas entran a formar parte de las largas colas del INEM. Pero hay muchas personas que, ante la tesitura de estar en paro y no cotizar a la Seguridad Social, deciden embarcarse en proyectos para abrir un negocio. Estos proyectos, hoy en día más, deben estar estudiados al máximo, dado que a veces incluso se pide ayuda a familiares para financiar el proyecto. El resultado es que, de la mitad de estos proyectos, no queda más que el recuerdo y la frustración pasados dos años. Os dejo una noticia del Diario de León que habla de ello. El enlace está más arriba.
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